El desarrollo del transporte fluvial es un reclamo histórico y una necesidad permanente que debemos apuntalar desde el interior para hacer más competitiva nuestra producción y atraer inversiones que revitalicen nuestras economías regionales. Con el frente fluvial argentino óptimo para la navegación, hay regiones enteras que romperían el aislamiento y otras que aumentarían su ritmo de crecimiento.
Para esto es clave que propiciemos encuentros permanentes y periódicos para que los actores del sector tengan un marco para el debate y puedan colocar esta problemática en la agenda pública, convirtiendo al tema en una verdadera cuestión de Estado al margen de la coyuntura política.