Industria naval
Astilleros y talleres navales lograron un diálogo fluido con el Gobierno, pero su agenda de pendientes es extensa
La industria naval sigue con pronóstico expectante. Si bien su situación mejoró bastante en los últimos años, según reconocieron los asociados a la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA), se esperan todavía herramientas fundamentales como la legislación específica para el sector -prometida en el decreto 1010/04-, un instituto financiero de desarrollo que contemple las especificidades de la industria naval y una autoridad de aplicación -la Dirección de la Industria Naval-, un anuncio que lleva dos años de incumplido.
"Hay elementos interesantes, como las construcciones que se están desarrollando. En Astilleros Río Santiago, prácticamente se está terminando el buque encargado por Venezuela [el tanquero Eva Perón] y en Tandanor hay mucha actividad a partir de la reparación del Irízar", señalaron.
A propósito de las reparaciones, la industria naval chocaba con la necesidad de tramitar una importación temporaria para los buques extranjeros que entran a dique. "La Aduana y Prefectura nos escucharon y armaron un mecanismo específico para las pequeñas reparaciones, donde no hace falta la importación temporaria", destacaron.
Facilidad para exportar /importar en el país
Respecto de las importaciones específicamente, tras la resolución 45 que amplió el espectro de posiciones arancelarias afectadas por las licencias no automáticas de importación, surgieron inconvenientes para la industria naval.
"Se habían incluido repuestos y equipos necesarios para el desarrollo de nuestra industria", indicaron desde la FINA, tras aclarar que se logró una audiencia con la Secretaría de Industria. "Se convino un mecanismo especial mediante el cual sobre las posiciones arancelarias identificadas, a los astilleros y talleres navales inscriptos en el Registro de la Industria Naval establecido por el decreto 1010/04 se les autorizaba dentro de un plazo de 48 horas el ingreso de las mercaderías requeridas siempre que cuenten con el aval de la Federación", indicaron.
En relación con las exportaciones, los empresarios navales advirtieron sobre el "descalce financiero" que genera la retención del 5%, que debe abonarse en el momento de concretar la exportación.
"El tema es que tenemos, por otra parte, el incentivo del 6% que reciben los exportadores, pero que llega con una importante demora", situación que, según señalan, termina provocando -tal vez involuntariamente- la preferencia por colocar los artefactos navales en el mercado interno en lugar de venderlos en el extranjero.
Muy bien
Infraestructura del transporte para el comercio
"Entendemos de marcada importancia, tanto económica como estratégica, el establecimiento de políticas activas a fin de buscar el renacimiento de una flota argentina tanto fluvial como marítima a la cual se le den las condiciones económicas -de crédito, para incentivar la construcción nacional- y operativas de tal forma que puedan competir en condiciones equiparables con otras banderas", indicaron las fuentes de la industria naval.
Una de las cosas que más destacaron los empresarios fue la decisión de prolongar el dragado y el balizamiento de la hidrovía Paraná-Paraguay, por los efectos positivos que se lograrán en la eficiencia logística. "Porque de esta manera se genera un corrimiento hacia la mayor racionalidad en la matriz de transporte, porque se le estarán dando mayores posibilidades de desarrollo al transporte por agua.
Muy bien
Eficiencia en la respuesta oficial ante planteos del sector
"Fuimos recibidos por casi todos los funcionarios a los que les solicitamos audiencia. Y nos escucharon, tal como comentábamos con el caso de las licencias no automáticas", dijeron.
Sin embargo, la agenda de temas que la industria naval tiene sobre la mesa está cargada de asuntos pendientes que deben materializarse, entre los que destacaron la formalización de la Dirección de la Industria Naval; el dictado de una ley de la industria naval y la marina mercante; la creación de una institución financiera orientada al desarrollo que incluya a la industria naval, y la derogación del decreto 909/94 para darle más previsibilidad al sector.
El decreto en cuestión está vinculado al ingreso de artefactos navales y buques usados. Si bien el Gobierno manifestó en varias ocasiones que no permitirá su ingreso, este decreto que sí autoriza la entrada sigue vigente.
Excelente