Viernes, 28 Septiembre 2012 11:17

Un ambicioso plan le dio a la industria su día

EN 1961 NACIÓ EL PROYECTO DE CONTRUCCIÓN MÁS IMPORTANTE DEL PAÍS
Por medio de un decreto fue creada la Empresa Líneas Marítimas del Estado, que tenía la misión de expandir a nivel mundial a los astilleros locales.

En 1961 se creó la Empresa Líneas Marítimas del Estado (ELMA) y su primer presidente, Horacio Esteverena, fue un argentino que honró al país. Su anterior paso por la Flota Argentina de Navegación Fluvial (FANF) había quedado jalonado con un intenso plan de renovación, buena parte del cual fue volcado sobre astilleros argentinos. Ahora, al frente de la importante armadora estatal de ultramar, y bajo el lema “o nos renovamos, o nos barren de los mares”, iba a constituirse en el impulsor del más importante plan de construcciones que el país había conocido.
Ese proyecto se hizo realidad por medio del decreto 7992, del 12 de septiembre de 1961. Constaba de dos etapas: una hasta 1964 y la otra desde 1965 a 1970.
Teniendo fundamentalmente en cuenta la segunda etapa de dicho plan, y por gestión de la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA), en 1962 el Poder Ejecutivo declaró el 12 de septiembre como el Día de la Industria Naval.
ELMA quedó autorizada para llevar a cabo todas las contrataciones necesarias –previo llamados a licitación pública– y a efectuar las adjudicaciones de acuerdo a las normas vigentes, además de proceder a radiar y vender todos los barcos de explotación antieconómica. En 1961, ELMA poseía 58 unidades con 512.800 TPB y una edad promedio de 16,9 años.
Ese año una pequeña parte de lo transportado como carga estaba relacionado con el comercio exterior, sin embargo básicamente toda la actividad de la flota petrolera estatal ahora se circunscribía al orden interno.
En esos momentos, ELMA tenía en construcción en el exterior (Yugoslavia y España), y nueve unidades en la Argentina con los Astilleros y Fábricas Navales del Estado SA (AFNE), que representaban 84.500 TPB. En la primera etapa (1961-1964) se preveía la construcción, dentro del “Plan Esteverena”, de 20 barcos con 150.000 TPB. De ellos, tres cargueros de ultramar de 8.500 TPB serían encargados a los astilleros argentinos.
Paso a paso
La segunda etapa (1965-1970) disponía la construcción de 35 barcos, con 254.000 TPB pero con la advertencia de que todos ellos serían confiados a la industria naval argentina, que mientras tanto debería equiparse debidamente. Asimismo, las construcciones realizadas en el país significaban para ELMA la puesta en marcha del mecanismo compensatorio de costos diferenciales previsto en el Decreto 10.033/60.
Al terminar la segunda etapa, ELMA tendría un tonelaje prácticamente igual al que poseía al 31 de diciembre de 1961: 510.000 TPB, pero con una edad promedio por debajo de los 10 años.
El 15 de noviembre de 1961 Horacio Esteverena firmó con AFNE el primer contrato de construcción del Plan de Renovación de ELMA. Tal sería el carguero de ultramar “Almirante Stewart” y mientras tanto se aceleraban las negociaciones para contratar otra unidad semejante con AFNE y otra con Astarsa. La trágica desaparición de Esteverena el 23 de noviembre, cuando volaba hacia Nueva York, significó al mismo tiempo la muerte por eutanasia de su plan, del cual solamente quedaría como símbolo aquel carguero que llegó a contratar el 15 de noviembre. 

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