Al cierre de esta edición, tanto el Ibama como la Administración de Puertos de Paranaguá y Antonina (APPA) discutían los nuevos términos para solucionar el diferendo.
Luego de las auditorías y la fiscalización llevada adelante por el organismo brasileño de protección del medio ambiente, se le aplicó al puerto una multa de 4,8 millones de reales (aproximadamente 2,7 millones de dólares) por no contar con la debida licencia de operación ambiental.
La orden para embargar el puerto provino del presidente del Ibama, Abelardo Bayma, quien le informó personalmente al superintendente de la APPA, Mario Mercondes Lobo Filho, cuáles serían las consecuencias del incumplimiento de los plazos de entrega de los planos de emergencia ambiental y de los estudios de regularización para la licencia ambiental.
Multa diaria
"En mayo de este año, el presidente del instituto ya le había advertido a la APPA por medio de un oficio que los documentos solicitados debían ser certificados por el Ibama en un plazo sin prórroga de 30 días, so pena de la aplicación automática de una multa diaria estimada en 50.000 reales (28.400 dólares) hasta tanto se verifique el cumplimiento efectivo de las obligaciones pactadas", señala comunicado de Ibama publicado en su sitio de Internet ( www.ibama.gov.br ).
El proceso de adaptación a la normativa ambiental de los Puertos de Paranaguá y Antonina se inició en 2002. Dos años más tarde, los primeros estudios fueron presentados en el Ibama, que exigió información complementaria. Esta fue entregada recién a principios de 2009.
Respuesta
A fines del año pasado, el Ibama y APPA suscribieron un Acta de Compromiso. En mayo último, y como respuesta al oficio presentado por el presidente del instituto, la administración portuaria reenvió los mismos estudios que habían sido rechazados por incompletos en 2009.
De acuerdo con la Dirección de Licencias, la APPA fue auditada en ocho ocasiones desde 2005 a propósito de la no presentación de los documentos requeridos.
La administración portuaria se limitó a solicitar más plazos, alegando dificultades en la contratación de los servicios de consultoría para realizar los trabajos.
El puerto de Paranaguá es el segundo de Brasil, detrás de Santos y delante de Río Grande.
Fuente: La Nación