AFIRMACIONES DE GIORGI CON LOS DIRIGENTES DE LA ACTIVIDAD
La medida tiende a facilitar la construcción de embarcaciones destinadas a circular por la hidrovía Paraguay-Paraná.
En la reunión con los representantes de la industria naval, la ministra de Industria, Débora Giorgi, anunció que el Gobierno dará créditos blandos con el fin de facilitar la construcción de barcazas y remolcadores nacionales para circular por la hidrovía Paraguay-Paraná.
La funcionaria les dijo a los empresarios que podrán acceder al financiamiento del Estado nacional a fin de responder a la demanda creciente en una vía fluvial clave para el sector productivo.
Se estima que la cantidad de toneladas transportadas por la hidrovía aumente en 10 millones, pasando de 15 millones de toneladas y a 25 millones de toneladas.
De esta forma, el objetivo de la iniciativa es lograr que la industria nacional esté preparada para responder a esa demanda y a los desafíos que hoy ya son necesarios cumplir.
Las barcazas y remolcadores transportan cereales, minerales, combustibles y carga contenerizada en la hidrovía Paraguay-Paraná.
Del encuentro con Giorgi también participaron el jefe de gabinete del Ministerio de Industria, Horacio Cepeda; el Prefecto General Oscar Arce; el presidente de la Cámara Naviera Argentina, Jorge Álvarez; y por la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) su presidente, Pablo Noel, junto con Horacio Martínez (vicepresidente) y Oscar Fernández Choco, Silvia Martínez y Juan Alberto Torresín, miembros del comité ejecutivo.
Demanda en alza
“Este gobierno tomó la decisión de cerrar las importaciones de barcazas usadas con el objetivo de defender y fomentar a la industria nacional”, dijo Giorgi.
La reunión también sirvió para acercar las necesidades de ambas partes, teniendo en cuenta la demanda de los armadores y la posibilidad real de construcción de barcazas y remolcadores por parte de los astilleros.
En ese sentido, la ministra aseguró: “Por eso los créditos blandos se orientarán tanto para unos como para otros, porque queremos que los astilleros locales puedan responder a una demanda interna en alza y así desarrollar una industria naval que responda a las necesidades del sector y al crecimiento que tiene la economía nacional”.
Por su parte, los representantes de la Federación resaltaron la relevancia de que no se hayan importado barcazas usadas, eliminando la competencia desleal que el ingreso de esos productos le inferiría a la industria nacional.